La idea de este proyecto surge del vacío de protocolo en el ámbito educativo cuando Ixeya vuelve al colegio y su hermana Izas no.
Cuando un niño no asiste al colegio durante un largo periodo, hay una ausencia que pocas veces es resuelta/atendida por los responsables educativos, lo que genera miedo, confusión, elucubraciones… en sus compañeros y amigos. Un miedo alimentado además por el silencio y la incomodidad que perciben en/de los adultos. Ante esta situación, los niños crean sus propias respuestas, creando unas conclusiones que, en ocasiones, pueden ser más dañinas que la propia realidad.
Por otro lado, los niños con enfermedades de larga duración sufren un corte total con su vida de niño. Pierden el contacto con su mundo habitual del colegio, sus amigos, el barrio, las actividades extraescolares… En general, pierden su vida social.
En definitiva, hay una desinformación generalizada sobre lo que está ocurriendo y cómo actuar, tanto en el entorno del enfermo como en el de sus amigos, compañeros y familias.