¿Y ahora qué?

Cuando unos padres reciben un diagnóstico de cáncer es demoledor, cuando el diagnóstico es de gliomatosis cerebri un abismo se abre ante tus ojos, bajo tus pies.

Desde aquí, sólo damos unas pautas que a nosotros nos sirvieron, cosas que hicimos que ayudaron a Izas, como llevarnos a Izas del hospital donde era tratada de una enfermedad que no tenía, encefalomielitis aguda diseminada; las dificultades con las que nos encontramos, como la entrega de documentación clínica, que la conseguimos tras cuatro peticiones, esta última mediante abogado, pasados ya 9 meses de la muerte de Izas, o su derivación que nos negaron los neurólogos y la administración.